PLAYING IN THE RAIN

Pasó el Pilar y, como cada año, llegó el otoño con sus fríos, con sus brumas y sus lluvias. Tras el letargo del estío, las calles de la ciudad vieja se llenan de nuevo de vida y de gritos infantiles de chavales que salen del cole y hacen suya la calle. Es ya tiempo para que los osos se vayan a hibernar hasta que, de nuevo, los primeros rayos de sol de la primavera los despierten de su, bien merecido, descanso. Pronto, un manto de nieve cubrirá los campos dejándonos una bella estampa navideña…

….amigos, es también tiempo de diferenciar los hombres de los niños, la voluntad de subir al Stadium contra viento y marea, lluvia y cierzo, o quedarse en casa al calor de un buen fuego de la chimenea tomándose otro chupito de Tía María mientras en la calle oscurece y tan sólo algún viandante se otea en la lejanía caminando con dificultad, protegiéndose del cierzo impertinente. Pero, oh amigos, todavía quedan jugadores de raza, todavía nos quedan algunos héroes, esos que marcan el camino a la masa apática.

Esos héroes tienen nombres y apellidos, por eso vamos a rendirles un sentido homenaje desde estas páginas:

Con el número 34… Pedrooo helicópterooooo Monaaaajjjj
Con el número 23… Alfonsoooo la bombaaaa Feliuuuu
Con el número 12… Fernandooo electricooo Medranoooo
Con el número 99… Nachooo el impasibleeee la esfingeeee Laseeecaaaa
Con el número 894… Raúl hombre eleganteeee dondeloshaya Armaniiii (no me acuerdo del apellidoooo)
Con el número 1035… Johnyyy Juannnn el azote de los mangantes, el enfant terrible de Prosegurrr… Allerrrr

Pero, ay amigosss!!! Nos queda la sorpresa de la noche. Esto es puro heavy metallll.
Con el dorsal número trescientocuarentayochooo, el terror de los chatos, el niño de Santo Domingo, el huracán del frontón de la masculinaaaaa Pablooo Monajjjjj
Sí, no es broma, habéis escuchado bien. Cada sábado una sopresa. ¿qué nos deparará el próximo?