SEÑORITOS !!!!

Iba a lanzar una diatriba contra los que no vinieron pero, antes de dar palos, primero me referiré a aquellos héroes anónimos que contra viento y marea, jarree o ventisquee, nieve o truene, dejan el café y la bandeja de pasteles y los chupitos sobre la mesa y, con gran fuerza interior, sabedores de sus deberes sabadeteros, se arman de fuerza y valor, cogen la camiseta bien planchada y alcanforada que aguarda sobre la cama con el dorsal bien visible, la ponen en la bolsa con los demás útiles y salen de casa con la cabeza bien alta, cual guerreros a la batalla, se despiden de sus seres queridos por si no volvieran enteros a casa esa noche y se lanzan a la incierta cita de los sábados.
Incierta porque no se sabe si habrá 2, 14 o 20 personas, o si los charcos cual tsunami, habrán borrado la pista, o si el barbudo escuchimizado del vestuario tendrá a bien dar las luces. Esos seres anónimos…, bueno nombrémoslos para que dejen de ser anónimos: gemelos (2), Nacho Laseca, Alfonso, Fernando y Nacho Navarro.
Digamos que Laseca y gemelo Vicente no jugaron por diversos avatares de la edad y el padel, pero allí estaban por si se les necesitaba. Quedó la cosa en 2 para 2. Pedro-Alf contra un inédito aunque, extrañamente bien avenido, par: Fernando/Nacho Profe.
Se jugo a ráfagas, con empentones de Alf, series de 100% de aciertos de Pedro (que iba de abuelo cebolleta), tiros de 3 de Nacho, algunos injustamente escupidos por la traidora red, y requiebros de un servidor.
Se llegó con emoción al 3-3 y en el partido decisivo, ese que distingue a los hombres de los niños, a los paleros de los basketeros, a los hombres de las bestias, ese partido… bueno pues ganó la mezcla de veteranía (Pedro) e inconsciencia (Alf), digo inconsciencia porque cuando entraba a la zona allí le esperaba una bienvenida a base de mandobles y palos de sus dos oponentes, aunque el bueno de Alf tiene buen aguante.
Y no me olvido, aunque no vamos a hacer publicidad, de aquellos que no vinieron. Vamos a darles el beneficio de la duda a los que no pudieran asistir por diversos compromisos, que todos los tenemos alguna vez, pero no disculpamos a los que de quedaron en casa al abrigo de una buena lumbre, viendo aburridos programas de deportes o de cotilleos, repitiendo su ración de pastel de la cincomarzada (o de roscón de San Valero) revenido o asistiendo a aburridas fiestas de cumpleaños en el chiquipark con sus sobrinos, mientras 4 héroes nos batíamos el cobre en encuentros épicos, a la luz de la luna (y de los focos) en una noche que ya hacía presagiar la primavera.